Oda a la Inmortalidad de William Wordsworth


Nació el 7 de abril de 1770 en Cockermouth (Cumberland), Inglaterra, murió el 23 de abril de 1850 en Rydal Mount. Escritor, poeta laureado de Inglaterra, fue uno de los introductores del romanticismo en su país.

Coescribió Baladas líricas, la obra que comenzaría el romanticismo al darle la espalda al decorado neoclasicismo, Según él, le poesía no se trataba de técnica sino de sentidos. 

A esto se debe que sus escritos sean coloquiales y resalten la relación entre el ser humano y la naturaleza, con un trasfondo religioso.

"Oda: Atisbos de la inmortalidad en los recuerdos de la primera infancia"

No es díficil entender a qué rinde homenaje Wordsworth en esta tan particular oda: muchos de los grandes artistas de nuestra historia han intentado volver a esa visión pura que el poeta atribuye a la infancia. 

Algunos han intentado recuperarla a través de la exacerbación de los sentidos, otros a través de drogas o ejercicios emparentados con la mística. La lucha se da aquí entre la percepción del mundo, que el artista ve lleno de luz y significado hasta que cae en la mediocridad de lo cotidiano.  

De ahí que William Blake y el mismo Wordsworth intentaran forzar esta clase de percepción o que Coleridge supuestamente compuso su poema "Kubla Khan" bajo la influencia del láudano. Para algunas personas ésta busqueda es una pérdida de tiempo. Para algunos artistas, una obligación.

Fragmento del Poema Oda a la inmortalidad


“Aunque el resplandor que
en otro tiempo fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas.
Aunque mis ojos ya no
puedan ver ese puro destello
Que en mi juventud me deslumbraba
Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porqué la belleza subsiste siempre en el recuerdo.
En aquella primera
simpatía que habiendo
sido una vez,
habrá de ser por siempre
en los consoladores pensamientos
que brotaron del humano sufrimiento,
y en la fe que mira a través de la
muerte.

Gracias al corazón humano,
por el cual vivimos,
gracias a sus ternuras, a sus
alegrías y a sus temores, la flor más humilde al florecer,
puede inspirarme idéas que, a menudo,
se muestran demasiado profundas
para las lágrimas.”
Poems in Two Volumes, publicada en 1807, contiene la "Oda a la inmortalidad", donde también está presente la naturaleza humana y lo material.